Nació el 3 de agosto de 1775. Era hijo de Diego de la Corte y Gregoria Sarverri, y familiar del caudillo salteño Martín Miguel de Güemes. De la Corte fue un oficial que se destacó a lo largo Guerra Gaucha en Jujuy. Su campo de acción de hallaba en los Valles Centrales, sobre todo San Salvador de Jujuy, Los Alisos, Reyes y Yala. Comenzó su carrera militar al unirse a la primera expedición auxiliadora hacia el Alto Perú, comandada por Balcarce y Castelli, combatiendo en la batalla de Huaqui, donde resultó herido.

Durante la gran invasión realista comandada por La Serna, que comenzó  a fines de 1816, las milicias gauchas comandadas por De la Corte, apostadas en Los Alisos, se dedicaron a hostilizar a los invasores que ocupan San Salvador de Jujuy. En el combate de Los Alisos, en enero de 1817, De la Corte, con una pequeña fuerza de 40 hombres atacó a los realistas (quienes contaban con 300 hombres de infantería, 60 de caballería y una pieza de artillería) sin sufrir bajas y produciéndolas en el bando contrario. Durante aquel año dirigió una serie de combates y escaramuzas en San Pedrito, Chijra, Los Alisos y León, produciendo bajas, tomando prisioneros y robando cerca de 250 animales al ejército invasor sitiado en Jujuy. En abril de 1817 De la Corte acampaba junto con 300 gauchos en las cercanías de Palpalá, cuando fue atacado sorpresivamente por tropas realistas que duplicaban en número a las suyas. Si bien De la Corte logró escapar junto a algunos oficiales y unos pocos hombres, los realistas infringieron grandes bajas a su tropa, y tomaron 80 prisioneros. Días más tarde las tropas de La Serna lograron avanzar hasta Salta y tomarla, dejando una guarnición en Jujuy.
A pesar de este fuerte revés, De la Corte reorganizó sus tropas y siguió hostilizando a los realistas acantonados en Jujuy, estableciendo una fuerte guerrilla en La Viña. En mayo sostuvo combates en el Comedero (hoy Alto Comedero) y en las periferias de San Salvador, obligando a los realistas a replegarse a sus posiciones originales. La situación se tornó insostenible para las tropas de La Serna, que se vieron sitiadas, incomunicadas e impedidas de obtener alimento alguno, por lo cual en mayo se retiraron hacia el norte. De la Corte siguió hostigando la retaguardia invasora en los combates de León y Tilcara. Es de destacar la acción heroica de De la Corte, como así también de “Pachi” Gorriti y sus tropas, en la expulsión de los realistas de Jujuy, ya que las fuerzas invasoras sextuplicaban en número a las revolucionarias, además de contar con soldados profesionales, muchos de ellos veteranos de las guerra napoleónicas, mientras que las tropas de los caudillos jujeños, aunque de gran valor, eran más bien improvisadas y reclutadas de entre los gauchos de la zona.

De la Corte era el hombre fuerte del partido de Güemes en Jujuy. Y siendo este último Gobernador de la Intendencia que agrupaba a Salta y Jujuy, lo nombró Teniente Gobernador de Jujuy en enero  1819. Ese mismo año el Gobierno Nacional lo ascendió a Comandante de gauchos de Jujuy. Durante su mandato, que duraría hasta 1821, se dedicó principalmente a la organización de la defensa de la provincia, formando y dirigiendo nuevas guerrillas y milicias gauchas.

Durante la sexta invasión realista comandada por Olañeta y Canterac, en marzo de 1819, los gauchos comandados por De la Corte volvieron a destacarse durante la Batalla del Río Reyes ante fuerzas muy superiores: sus tropas se enfrentaron a un ejército realista que contaba que 1500 hombres de infantería, 400 de caballería y dos piezas de artillería, el Capitán Martín Torino relató aquellos hechos:
“…dispararon un cañonazo de aquel lado del río. En seguida se apareció una partida de gauchos y dispararon otro. Pasaron para esta parte y en una distancia de una y media legua sufrieron un fuego, el más activo por los nuestros que serían ocho partidas, que los apuraban incesantemente por todas partes, yéndoles sobre ellos al extremo de llegar a las manos a cada rato […] me he quedado asombrado de ver la bravura y disposición de los jujeños, pues no lo haría igual una tropa de línea” (Sánchez de Bustamante. Biografías históricas de Jujuy).

Luego de la muerte de Güemes, en 1821, De la corte  fue depuesto de su cargo y encarcelado por sus enemigos políticos, quienes gobernaban la provincia. Tras un motín de sus soldados, fue liberado en junio de 1822, pero no pudo disfrutar de esa libertad, ya que murió a fines de ese mes. (G.L.)